sábado, 14 de noviembre de 2009

¿Sabes qué información tienen las etiquetas de los alimentos?


El mercado nos presenta multitud de marcas diferentes para un sólo producto, y es difícil saber cuál satisface las necesidades de los nuestros.

En realidad, es bastante sencillo si aprendemos a leer las etiquetas de los productos. Lleva apenas unos segundos y puede hacer variar la compra en calidad y en cantidad.

¿Cuántas veces hemos comprado el mismo fiambre, sencillamente porque es el que hemos visto toda la vida, o porque es de una marca conocida? Hay muchos factores que influyen en nuestra cesta de la compra, y que dicen mucho de la calidad final de nuestra compra. Y no necesariamente una compra de calidad es más cara o más abundante.

Si además conocemos nuestra pirámide alimentaria, nos irá resultando cada vez más sencillo y apetecible hacer una buena compra, siempre y cuando cuidemos de no ir al supermercado sin tener en la cabeza ( o sobre papel) qué vamos a comer en casa.

¿Pero qué información me dan las etiquetas? Para unificar esta información, la Comisión Europea adaptó (a principios del año 2008) una propuesta de Reglamento para que el etiquetado de los alimentos fuera más claro para el consumidor.

Éstos son algunos de los principales puntos de la propuesta:
  • Los alimentos preenvasados deberán llevar obligatoriamente la información sobre el contenido energético, de grasas, grasas saturadas, hidratos de carbono, azúcares y sal/sodio (siempre en ese mismo orden) en la parte frontal del envase.
  • El contenido se expresará por 100 g o 100 ml de producto, o por porción del alimento tal como se vende. Y también debe indicarse el porcentaje de la CDR (Cantidad Diaria Recomendada) cubierta. Esta información obligatoria no exime al fabricante de declarar la cantidad de otras sustancias, en caso de que se aleguen propiedades nutritivas.
  • Los productos que tienen sustancias alérgenas en su lista de ingredientes deberán advertirlo, incluso si se trata de alimentos no preenvasados. Son bastantes los ingredientes que pueden causar alergias o intolerancias: cereales con gluten, crustáceos, huevos, pescado, cacahuetes, soja, leche, frutos secos de cáscara, apio, mostaza, granos de sésamo, sulfitos, altramuces y moluscos.
  • La información deberá ser legible (con un tamaño mínimo de 3 mm) y con un contraste considerable entre el texto impreso y el fondo.
  • El Reglamento exige que en los productos que tengan más de tres gramos de grasa total (ejemplo margarina, longanizas, etc.) se informe además el contenido de colesterol y el contenido de grasa total desagregado en: grasas saturadas, monoinsaturadas y poliinsaturadas, y ácidos grasos trans.

  • Si el producto declara propiedades nutricionales y/o saludables especiales, se incluirá en la etiqueta además de la información nutricional mínima, la que corresponda según la característica especial declarada.



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