miércoles, 30 de enero de 2013

Hamburguesas con carne de caballo

Cada vez somos más sensibles a las alertas alimentarias, en parte debido al comercio internacional y a que, como es lógico, a nadie nos gusta que nos den "gato por liebre", o vacuno por equino, como es el caso.
Salta la noticia de la venta de hamburguesas con carne de caballo, y por lo general contraemos el rostro. ¿por qué? ¿es peor que una de pollo? La carne equina es apta para el consumo humano, y no presenta inconvenientes en relación con la Seguridad Alimentaria cuando está debidamente manipulada.Sencillamente, no estamos acostumbrados a su consumo, pero la noticia sale a la luz como un fraude. Es decir: si el etiquetado pone vacuno 100%, p.ej., ¿por qué nos encontramos con otro tipo de carne?
Pero informémonos bien. La OCU señala la causa de la investigación, y de paso aporta información sobre otros factores que influyen en la calidad final del producto (hamburguesas frescas envasadas en este caso). Aconsejamos leer la nota de prensa de la OCU (Organización de consumidores).
Que hayan salido a la luz irregularidades no significa que en absoluto debamos adquirir esos productos, aunque sí que nos informan del modo de trabajar de algunas marcas. Es importante mirar la calidad global del producto: muchas marcas no contienen carne de caballo, y sin embargo poseen una cantidad de aditivos y de sal superiores a la RDA (Cantidad Diaria Recomendada), o una cantidad de grasa inaceptable, o sencillamente un empaquetado y etiquetados de calidad nula.
Eso sí, si hay caballo donde no debía hacerlo, claramente hay un error grave de manipulación (deliberado o no) que debe corregirse.

miércoles, 16 de enero de 2013

¿Puedo fiarme de las marcas blancas?

Llevamos tiempo recortando gastos, y no sólo en relación al lugar de vacaciones precisamente.
La economía del hogar es la primera en resentirse, y de eso no cabe duda... Y una alternativa a la habitual cesta de la compra es sustituir la marca comercial de algunos productos usuales. Los encontramos más baratos en las llamadas "marcas blancas".
Pero ¿podemos estar seguros al comprar estas marcas? Aquí aportamos nuestra opinión, desde el punto de vista de la calidad de los productos.

  • Los productos básicos, (leche, pan, cereales, etc.) están sometidos a una regulación europea que garantiza su calidad, independientemente de las marcas. Por esto mismo, son productos seguros, y no debemos pensar que nos estamos alimentando peor por consumir marcas blancas.
  • Sin embargo, para los productos más manipulados (repostería, precocinados, ultracongelados) pertenecen a un grupo más complejo donde la normativa no es tan rígida, y aunque estén por medio los reclamos de salud, suele decirse que "hecha la ley, hecha la trampa". Es decir, que si no se pueden manipular de una manera, se buscará otra alternativa. En este caso, merece la pena leer con atención el etiquetado antes de lanzarse a una marca "nisu" (que coloquialmente es el apócope de "ni su padre la conoce").