No es fácil invitar ahora a cenar a un grupo de amigos y pensar, a parte de una cena fácil y rica, los complementos que vamos añadiendo porque uno es celíaco, otro no puede tomar leche, otra tiene alergia a los frutos secos, etc. Una cena que prometía ser sencilla, discreta y por lo menos fácil de elaborar, puede convertirse en una pesadilla si no se tienen en cuenta las distintas intolerancias.
Yo diría que para acertar y no tener que volverse loco, es pensar en la cantidad de alimentos no procesados que todos pueden tomar, porque podríamos complicarnos la vida haciendo una masa con harina sin gluten para uno, otra sin leche para el otro, otra lo aparto para decorarla con frutos secos menos al otro... y así sucesivamente.
Una manera de acertar y descansar es ver lo que a todos sienta bien y como suele decirse, "café para todos".
Es duro vivir con intolerancias, pues siempre tienes que estar preguntando o al menos asegurarte que no te va a pasar nada. En casa es mas fácil pues al menos el entorno familiar está ya acostumbrado y no resulta complicado porque ya se prevee. Pero cuando se sale fuera a comer... Lo ideal es tener un listado de los locales que ,en el caso del gluten, sirvan comidas sin gluten, o saber a ciencia cierta los alimentos que no llevan aquello que no debes tomar. En resumen, más alimentos frescos, y menos procesados.
Estamos en un mundo que cada vez se prepara más para cubrir estas necesidades, ¡eso se nota! Al menos asegurémonos que nuestra alimentación es la adecuada y disfrutemos de los pequeños momentos que nos aportan esas reuniones con la familia o amigos alrededor de una buena comida.
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