lunes, 12 de marzo de 2018

ALERGIA A LA PROTEÍNA DE LECHE DE VACA (CASEÍNA).

La alergia a la proteína de leche de vaca (PLV), la caseína, se ha duplicado en los últimos 10 años en la población pediátrica, afectando al 8% (ver artículo) de los niños.

Quienes la padecen saben lo peligroso que es que se confunda su ALERGIA con la INTOLERANCIA  a la lactosa, que es algo de etiología bien diferente.
La lactosa, es el azúcar presente en los lácteos y derivados, y la intolerancia deriva de una insuficiente secreción de lactasa, la enzima que disocia este disacárido. Como consecuencia, no se absorbe correctamente, y se produce la malabsorción. Hay diversos grados, pero no nos detendremos aquí porque no es la finalidad de este post.

Esta intolerancia no tiene nada que ver con la alergia, que es una reacción autoinmune, y con manifestaciones que nada tienen que ver con la intolerancia a la lactosa. Confundirlos, puede ser fatal para una persona alérgica, en la que sólo el contacto casual de un alimento con otro que contiene leche, puede desencadenar la reacción alérgica.

¿Qué medidas tomar? Si se tiene claro lo dicho arriba, es muy sencillo. No se caerá en el tópico de pensar que estas personas pueden consumir alimentos "sin lactosa", o que "no pasa nada porque tenga un poco". No. Un alérgico a la PLV puede consumir infinidad de cosas, pero siempre y cuando NO contengan nada de nada de nada de leche. Por suerte, en nuestra legislación es obligatorio declarar 14 alérgenos en el etiquetado alimentario, y la leche es uno de ellos. Por muchos motivos es interesante aprender a leer las etiquetas, pero si a tu alrededor hay personas con alergias o intolerancias, ahí tienes uno que es vital.

¿Consejos prácticos? Si eres alérgico a la PLV, ya los sabes todos y seguro que puedes añadir alguno. Si no lo eres, pero convives con quienes sí lo son, aquí te dejamos algunos:

  • Consume productos frescos
  • Todos los derivados lácteos contienen, por definición, leche. Completamente prohibidos.
  • Atención a lo que denominamos "contaminación cruzada". Por ejemplo: si has  removido con una cuchara algo que contiene leche, no puedes usar la misma cuchara (sin lavar) para manipular los alimentos de la persona alérgica.
  • La limpieza en la cocina siempre es importante, pero más cuando convives con personas alérgicas.
  • Evita los alimentos en cuyo etiquetado ponga que "puede contener trazas de leche". Es mejor no jugársela.
  • Os dejamos el link de una página muy interesante, la web de los alérgicos e intolerantes a la proteína de la leche de vaca.

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